sábado, 6 de noviembre de 2010

contaminación en medellín

La contaminación en Medellín 


Cada vez menos agradable para vivir se erige la ciudad de Medellín, marcada históricamente por la violencia se ha caracterizado por ser foco del desarrollo nacional. Hoy cuando para muchos la violencia ha desaparecido, el llamado desarrollo se la ha tomado volviéndola un hervidero de humo y hollín ¿La causa? Para nadie es un secreto que Medellín atraviesa en este momento por una gran problemática ambiental y que uno de los recursos más afectados es el aire.
Muchos informes se han hecho en los últimos años, de todos los lados: organizaciones independientes, organizaciones gubernamentales, universidades. El resultado nunca es alentador y aunque se presentan fluctuaciones siempre es negativo.
Actualmente Medellín esta situada por encima de ciudades que tradicionalmente han sido conocidas por sus altos índices de contaminación como Ciudad de México o Sao Paulo, convirtiéndose en una de las más  afectadas por este fenómeno en Latinoamérica. En el 2005, por ejemplo, la ciudad tenía un índice de partículas contaminadas por millón (ipcm) de 93, el de Bogotá estaba en 64, el de Ciudad de México en 66. La meta nacional esta en 60 partes por millón. Con los años la situación no ha cambiado y si bien presenta altibajos no deja de ser preocupante.
Desde el 17 de julio de 1992 funciona la Red de Monitoreo de la Calidad del Aire del Valle de Aburra (Redaire) que por medio de un convenio de cooperación interinstitucional agrupa las acciones de Área Metropolitana del Valle de Aburra, Corantioquia, Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín, Universidad de Antioquia, Universidad de Medellín, Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid, y de manera más reciente Cornare, el Ideam y la Secretaria de Medio Ambiente del Municipio de Medellín. Este es el encargado de revisar por medio de estaciones de monitoreo ubicadas a lo largo de todos los municipios del Valle de Aburra como marcha la calidad de aire. Gracias a los estudios que periódicamente hace Redaire es posible tener una dimensión clara del fenómeno. Sin embargo, a pesar que dentro de sus funciones se encuentra la de “publicación de los boletines informativos trimestrales con los resultados de la monitoria de calidad del aire y con los artículos presentados por los investigadores sobre el tema de la calidad del aire” (http://www.unalmed.edu.co/redaire/que_es.html) el último boletín que existe es número 17 de junio de 2005, es decir, desde hace tres años y medio no hay boletín y aunque todos los informes desarrollados se pueden encontrar en la página principal (http://www.unalmed.edu.co/redaire), allí también el último boletín que aparece es el número 17.
El fenómeno de contaminación atmosférica en Medellín es heterogéneo en causas, en características y por supuesto en consecuencias.
Las causas varían desde las emisiones generadas por las fuentes móviles, es decir vehículos de todo tipo; fuentes fijas que son todo el sector industrial y fuentes de otro tipo como las construcciones o las canchas de arena.  Las fuentes móviles aportan cerca de un 66% de contaminación, las móviles un 30% y el resto corresponde a las otras.
“El diesel que se consume en Medellín y que se compra a Ecopetrol, produce 4,500 partes por millón (ppm) de derivados de azufre. A raíz del debate que se hizo recientemente, el Municipio firmó un pacto de un aire mejor con Ecopetrol que se comprometió a ir rebajando esas partes por millón.  Si se tiene en cuenta que en Europa el diesel que se consume tiene menos de 30 ppm de derivados de azufre y los 4,000 de aquí es una cifra aterradora. No solo eso sino que la gasolina de aquí tampoco es buena, se le echan adictivos para mejorar el octanaje y también tiene componentes que no son muy saludables para el medio ambiente, los carros expelen una cantidad de contaminantes que son nocivos para la salud”, según Julio Jiménez Zuluaga, ingeniero de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional, refiriéndose con indignación e impotencia a una de las principales causas de la baja calidad del aire que respiran los medellinenses. De este mismo convenio entre Ecopetrol y la Alcaldía de Medellín habla Carlos Arturo Bozón Pérez, coordinador del programa de producción más limpia de la Secretaria de Medio Ambiente de la Alcaldía de Medellín, a cargo del programa Medellín Cuida su Aire: “El convenio permite reducir ese contenido de azufre que en la actualidad ya está en 2,500. El último reporte de Ecopetrol del 9 de diciembre dice que el contenido de azufre del diesel de Medellín esta en 2449,44 ppm, esto es producto del acuerdo y el convenio firmado, donde se establecieron unas tareas que debe hacer Ecopetrol para mejorar el diesel al 2010 en 50 ppm de manera gradual, o sea que ha venido cumpliendo con los compromisos”. Pero Jiménez dice que estos cambios deberían ser ya, puesto que los efectos de la contaminación no son directos y todo el material que quede en el aire mientras tanto seguirá contaminando después.

Bozón Pérez señala que las circunstancias de emisión de contaminantes no son tan graves en Medellín pero se hacen más críticas debido a su ubicación topográfica y a sus circunstancias climatológicas. Medellín se encuentra ubicado en un valle cerrado donde los vientos corren a velocidades muy lentas, razón por la cual la contaminación tiende a concentrarse sobre todo en las zonas urbanas. Sumado a esto existe un fenómeno llamado inversión térmica que consiste en que el aire frío que baja en las mañanas por las laderas atrapa los contaminantes del aire. “La gente que madruga a hacer ejercicios lo que hace es chuparse toda esa contaminación”, dice Jiménez. Al calentarse este aire durante el día, cuando se supone que es más liviano, no sube con facilidad debido a toda la carga que tiene. Éstas circunstancias especiales que en un tiempo le dieran el apelativo a Medellín de “Ciudad de la Eterna Primavera” por su microclima, son hoy un agravante para el problema atmosférico.
Nelson Ramírez, vendedor de mangos de piel morena, cercano a los 50 años y quien trabaja hace aproximadamente 12 trabaja en la carrera 44 (San Juan) cerca de la estación del metro Alpujarra, dice que “definitivamente esta es una de las más contaminadas, el humo es mucho y sobre todo el ruido”. Para Bozón, la calidad del aire de Medellín es aceptable basándose en el índice anual, es decir, los promedios, pero señala también que la ciudad tiene lugares y horas críticos. La carrera San Juan es en varios puntos uno de esos junto con otros como el centro de la ciudad, la calle Barranquilla cerca de la Universidad de Antioquia, la carrera 80 cerca de la Facultad de Minas, varios sectores en la zona de El Poblado, entre muchos otros.
Las horas críticas para el aire de Medellín son aquellas en las que la mayoría de gente se moviliza desde su casa hasta su sitio de trabajo o estudio y viceversa, es decir, aproximadamente entre las 7 y 9 de la mañana y entre las 5 y 8 de la noche. Igualmente, según los estudios realizados por Redaire durante todos estos años, los índices de contaminación en el Valle de Aburra suben en épocas de intensa actividad laboral, siendo entonces los meses de vacaciones los que menores índices de contaminación presentan.
Para la Secretaría de Medio Ambiente, la calidad del aire de Medellín no es crítica, ya que al promediar horas, días y meses no alcanza niveles muy altos. Sin embargo esos episodios en que la curva de contaminación es alta pueden llegar a ser muy nocivos para la salud de las personas: “No obstante los resultados positivos en cuanto a la cobertura algunos indicadores como las muertes en menores de cinco años por enfermedad respiratoria aguda mostraron aumentos superiores al 50% durante el período entre 2004 y 2007. En cuanto al aumento de la mortalidad en menores de cinco años por enfermedades son indiscutibles los efectos nocivos que sobre la salud tiene la mala calidad del aire en la ciudad”, según “Medellín como vamos”, publicación patrocinada por Corantioquia, Cámara de Comercio, El Colombiano, la Universidad Eafit y el Grupo Corona. Y es que la contaminación en el recurso aire no sería tan grave de no ser por los efectos que esta causa, no solo en los seres vivos sino en general en los ecosistemas.
Aunque, según dice Nelson, el llevar tantos años trabajando cerca del centro administrativo La Alpujarra y de la carrera 44 no le ha representado nunca problemas en su salud, Jiménez afirma que los efectos en la salud son esparcidos por toda la ciudad  y que no hay un efecto directo que la gente pueda percibir, sino que son molestias de todo tipo, en los ojos, en la respiración sobre todo de la gente que está en edad crítica como los ancianos y los niños pequeños, la gente que tiene asma, la que sufre de rinitis, pero casi nadie encuentra directamente la consecuencia de la gran contaminación en la salud de las personas.
Desde la Alcaldía se han hecho estudios que han reafirmado la relación directa que hay entre la contaminación atmosférica y las enfermedades sobre todo cardio-respiratorias. El último se realizó en el Guayabal, sector que además de tener una gran movilidad vehicular presenta el corredor con mayor ubicación de industria, con unas condiciones en las que se genera alta contaminación. Se evaluaron el aire y las condiciones de salud de la población, además se hizo la comparación con el sector de Robledo-Bello Horizonte, una zona en la que no hay fábricas. Esta comparación evidenció que las personas que viven en Guayabal son 3 veces más propensas a contraer afecciones respiratorias que las que viven en Bello Horizonte.
“Las consecuencias de un aire tan contaminado en la salud de la ciudadanía es muy grande y el costo de la salud es muy grande, es decir, lo que tiene que pagar el estado por toda la cantidad de gente que acude a los centros de salud víctima de la contaminación ambiental, es altísima” asevera Julio Jiménez. El problema de contaminación en el aire afecta a todos los seres vivos, a los ecosistemas y llega incluso a ser un problema para las administraciones públicas que son entonces las responsables de emprender acciones para parar y contrarrestar tanto las causas como los efectos del detrimento de la calidad del aire.
En el 2007 se firmó un pacto por la calidad del aire en el que se invitó a todos los gremios implicados, es decir, transporte, industria, construcción,  a firmar un pacto en el que se comprometían a reducir la contaminación del oxígeno en un 10% en un período de cinco años. Dentro de ese pacto cada uno tenía unas metas para cumplir. Por ejemplo el sector de transporte de carga y de pasajeros que son los que usan el diesel como combustible, adelantan programas buscan minimizar el uso de éste y reducir la generación de residuos, mejorar técnicamente sus vehículos, modernizar el parque automotor y prestar un servicio más eficiente de transporte a pasajeros. Con estas medidas se pretende empezar a reducir sus niveles de contaminación y sus emisiones.
Es un reto tanto para las empresas como para el área metropolitana el llamado proceso de chatarrización. Este comenzó en el año 2008 y busca sacar de circulación y reemplazar aquellos vehículos que se consideran ineficientes debido a su antigüedad y que por tanto generan más contaminantes y más ruido, sin embargo el año pasado solo se sacaron de circulación cuatr buses. Carlos Arturo indica que por cada $1,200 que paga un pasajero al subirse a un bus, 17 deben ir para el fondo de chatarrización, esos recursos son recaudados por los transportadores, “quienes tienen el compromiso de tomarlos y llevarlos a una fiducia para que el Área Metropolitana los recoja y pueda llevar el proceso a cabo”. Aún se encuentran analizando el número de vehículos que cada una de las 45 empresas de la ciudad debe reemplazar. La meta es sacar 100 buses más para este primer semestre.
El sector industrial por otro lado apunta a la implementación de programas de producción más limpia por medio del ahorro de energía, ahorro de materia prima, la búsqueda de materias primas y tecnologías más eficientes. Todas estas acciones de la mano de la administración municipal en pro de disminuir las emisiones, mejorar la calidad del aire en la ciudad y así mismo la calidad de vida de la ciudadanía.
Existe también un programa de control y vigilancia que adelantan Corantioquia, Área Metropolitana, Secretaria de Transportes y Tránsito de Medellín y Secretaría del Medio Ambiente. Consiste en que las unidades móviles a disposición de estas entidades sean equipadas para salir por las carreteras y hacer operativos para verificar que los vehículos cumplan con los estándares de emisión. 
La autoridad ambiental con competencia directa sobre Medellín es el Área Metropolitana, es por esto que desde la Secretaría de Medio Ambiente no se emprenden acciones directas. En la Secretaría se desarrollan campañas educativas buscando que la ciudadanía, en especial aquellas personas que están directamente implicadas como propietarios de vehículos o de industrias, sean concientes de su responsabilidad en la búsqueda del mejoramiento de la calidad del aire y así poder apoyar las actividades de control ejercidas por las autoridades competentes.
Julio Jiménez llama la atención acerca del hecho de que el director de la autoridad ambiental, es decir, del Área Metropolitana sea nombrado por el alcalde del mayor municipio, Medellín. “Llega a hacer unas cosas que a nosotros nos parecen aberrantes que es gastarse la plata de la sobretasa ambiental, que debía aplicarse plenamente en mejorar el medio ambiente en hacer obras que destruyen los bosques, los parques y los árboles que son los que medio mitigan tanta contaminación”. Dice también que este organismo, al depender directamente de la Alcaldía Municipal no ejerce pleno control sobre las acciones que ésta lleva a cabo. Las autoridades ambientales, según dice Bozón, están controladas por la Contraloría General de Medellín, para la cual según el informe del año 2007, la administración se encuentra aún “rajada” en el tema ambiental. Aún así se espera que el informe de 2008 muestre mejores balances que ratifiquen la efectividad de las acciones que hasta ahora se han puesto en marcha.
Uno de los temas que más controversia despertó en materia ambiental el año pasado y en lo que va de este es el sistema de transporte Metroplús. Con la decisión tomada por la Alcaldía de hacerlo a gas y no eléctrico como muchos esperaban las voces de inconformidad no se hicieron esperar.
Como indica Bozón Pérez, la Alcaldía evaluó el recorrido de Metroplús eléctrico y a gas, se evaluaron todas las variables, económica, ambiental, social, infraestructura, y la que sacó el mejor puntaje fue la de gas. “Entonces no es una decisión sacada de los bolsillos sino que es una decisión técnica tomada con base en los estudios”. Afirma que aunque la electricidad no contamina, la diferencia entre este y el motor a gas en cuestiones ambientales es mínima, que el impacto ambiental se produce es en la zona donde es generada la energía. A pesar de esto, Jiménez asegura que no es tan cierto que los efectos del gas sean insignificantes, que por el contrario estudios de la Universidad Pontificia Bolivariana demuestran que el material particulado generado por el gas es de menor tamaño y que por esto llega más directamente a las vías respiratorias. En cuanto a los costos, Jiménez asegura que aunque en un principio los métodos eléctricos son más costosos, es una mejor inversión a largo plazo teniendo en cuenta que hay que reemplazarlos con menos frecuencia que los motores a gas y que el mantenimiento es más barato y ya se puede hacer en el país.
Bozón dice también que el alcalde Alonso Salazar, teniendo en cuenta los llamados de la comunidad, ha dicho que el recorrido de Metroplús sea eléctrico por algunos corredores, es decir, en aquellos barrios que tienen calles pequeñas y en los que se dificultan grandes obras de infraestructura serán los motores a gas los que funcionen, pero a largo plazo se irán integrando rutas eléctricas.
Con el Metroplús se espera que salgan de circulación muchos de los vehículos de transporte público de la ciudad, ayudando así también a bajar los índices de emisiones de contaminantes.
El tema ambiental se convierte cada vez más en un tema de agenda pública y surgen grupos independientes que sirven como veedores de la calidad ambiental en la ciudad. El Colectivo Ambiental de Antioquia surgió hace alrededor de dos años y medio a raíz de varias demandas que se han hecho frente a las acciones de la administración municipal, en ciertas obras, particulares y públicas. El Colectivo Ambiental es la unión de varias personas que se dieron cuenta de que actuando juntos podían producir mejores resultados y sus demandas podían ser mejor atendidas. Julio Jiménez Zuluaga hace parte de este colectivo y aunque dice que no tienen un organigrama definido, él cumple sobre todo las funciones de comunicador. La difusión se hace mediante artículos que algunos medios como El Colombiano publican, pero sobre todo por medio de un sitio en Internet (http://colectivoambiental.wordpress.com). Profesionales de varias áreas conforman el Colectivo: abogados, periodistas, ingenieros. Además esta constituido como un grupo totalmente independiente. Tienen registro ante la Personería como voceros y veedores del medio ambiente, esto hace que sus acciones tengan cierto valor y legitimidad, aunque según Julio Jiménez siempre actúan con responsabilidad y basados en las leyes. “No pertenecemos a nada, queremos ser plenamente independientes, no nos afiliamos a ningún partido político como colectivo para no vernos comprometidos posteriormente y no tener dificultades para promover acciones en contra de estas administraciones”. Dicen estar muy informados acerca de toda la problemática ambiental de la ciudad y en general del departamento y del país y acuden ante las autoridades ambientales que son quienes los deben apoyar, Área Metropolitana y Corantioquia.
Con el crecimiento demográfico y urbanístico de la ciudad es probable que el tema de contaminación siga vigente durante muchos años de manera preocupante, sin embargo el hecho de mantenerlo en la agenda ayudará a que se vayan dando soluciones.
“Aquí se ha considerado que el medio ambiente lo que hace es poner escollos al desarrollo, hay es una desarrollismo a ultranza por encima de lo que sea y aquí lo que muestran es eso, avenidas inmensas, y las muestran en fotos y la gente dice: ¡que maravilla!, pero a la gente se le olvida que acabaron con un bosque inmenso” dice Julio Jiménez apuntando a algo en lo que la mayoría están de acuerdo. El tema de contaminación, no solo atmosférica, también en las aguas, el suelo, etc., alcanza dimensiones sociales, y es de vital importancia que quienes están directamente implicados, es decir, toda la ciudadanía, tome conciencia de sus responsabilidades individuales y sobre todo de la importancia que tiene el medio ambiente y su buen estado como factor de desarrollo, de lo contrario a la llamada “Tacita de Plata” se le seguirá acabando su eterna primavera.

2 comentarios:

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  2. Cordial Saludo a Todos. Los programas de chatarrizacion son muy buenos pero a medida de que den y ofrezcan facilidad para comprar un nuevo vehículos con facilidades de pago e intereses muy bajos y sin tanta documentación. Me alegra mucho que hayan estos programas de chatarrizacion ya que ayudan mucho al medio ambiente.
    Coches Accidentados

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